D.R. Lee, C.H. Kawas, L. Gibbs, M.M. Corrada
J Am Geriatr Soc. 2016;64(11):2257-2262
Este estudio tuvo como objetivo evaluar la prevalencia de la fragilidad y examinar los factores asociados con la fragilidad en el Estudio +90. Un total de 824 individuos de 90 años o más fueron incluidos en este estudio longitudinal basado en la población.
En la línea de base se evaluaron los cinco componentes de la fragilidad de los participantes (bajo peso, debilidad, agotamiento, lentitud y baja actividad física). El estado de fragilidad se definió como el cumplimiento de los criterios para al menos tres de los cinco componentes de la fragilidad. La prevalencia de la fragilidad en personas de 90 o más años se estimó según el sexo y la edad (90-94, ≥95). Se construyeron modelos de regresión logística para evaluar la relación entre la prevalencia de la fragilidad, por un lado, y el sexo, la edad, el nivel de educación, la condición de vida y el estado civil, por otro.
Este estudio estimó que la prevalencia general de la fragilidad en personas de 90 años o más es de un 28,0%. La prevalencia general de la fragilidad fue de 24% entre aquellos con edades comprendidas entre 90 y 94 años, y de 39,5% entre aquellos con 95 años o más. La prevalencia de la fragilidad se asoció significativamente con la edad en las mujeres, pero no en los hombres, y con aquellos que viven con sus familiares o cuidadores, o pertenecen a un entorno grupal.




Observaciones: La prevalencia de la fragilidad fue alta en personas de 90 años o más, y continuó aumentando con la edad, especialmente en mujeres. A medida que el número de personas de 90 años más aumente, será cada vez más importante identificar factores asociados con la fragilidad que puedan proporcionar objetivos potenciales para la prevención de los eventos adversos de salud en esta población.